Las autoridades de Venezuela anunciaron ayer "un proceso de acompañamiento y seguimiento" para "garantizar" la operatividad del banco Bancamiga, tras el arresto de directivos por acusaciones relacionadas con corrupción en la petrolera estatal PDVSA.
El anuncio se produce, tras el reporte de la detención de los hermanos Daniel, Levin y Carmelo De Grazia, principales accionistas de Bancamiga.
Los arrestos están vinculados a una trama de corrupción en PDVSA, que llevó a la detención de funcionarios y empresarios desde el año pasado, entre ellos el exministro de Petróleo Tareck El Aissami.
El desfalco en la petrolera ronda los 17 mmdd, según estimaciones independientes.
La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario informó del asunto" con el fin de garantizar su normal funcionamiento, así como los depósitos de sus clientes" y "derechos de los trabajadores".
De acuerdo con el diario "Últimas Noticias", próximo al gobierno de Nicolás Maduro, los hermanos De Grazia fueron arrestados el viernes y serán imputados, entre otros delitos, por traición y lavado de dinero.
En tanto, el máximo tribunal de Venezuela entregó ayer el control de uno de los principales partidos opositores a un dirigente expulsado por esa organización política y tildado por sus líderes de "colaboracionista" del gobierno de Maduro.
Cabe destacar que Primero Justicia se suma a otras organizaciones pertenecientes a la alianza opositora Plataforma Unitaria cuyo control se otorga por vía judicial a directivas paralelas.