Bienvenido de nuevo" dijo ayer el presidente Joe Biden, en un tono cortés, a su sucesor el republicano Donald Trump en la Casa Blanca.
Después de un apretón de manos con el jefe de Estado saliente en el Despacho Oval, Trump, que fue el 45º y pronto será el 47º presidente estadounidense, aseguró que la transición será "lo más fluida posible".
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Los dos hombres se sentaron junto a la chimenea e hicieron breves declaraciones antes de comenzar la reunión, a la que asistieron sus respectivos jefes de gabinete: Jeff Zients por Biden, Susie Wiles por Trump.
"Haremos cuanto podamos para asegurarnos de que tiene todo lo que necesita", dijo Biden.
"La política es dura, y en muchos casos no es un mundo muy agradable. Hoy es un mundo agradable y lo aprecio mucho", opinó Trump.
Biden invitó a su acérrimo rival republicano después de la derrota electoral de la vicepresidenta Kamala Harris la semana pasada, a pesar de que Trump no hizo lo propio con él.
La primera dama Jill Biden le entregó una carta de felicitaciones para su esposa Melania, que se ausentó sin dar explicaciones.
El magnate habló con un grupo de republicanos donde insinuó su deseo de buscar un tercer mandato, al decirles a los líderes de su partido en el Capitolio: "Sospecho que no volveré a postularme, a menos que hagan algo".
Un tercer mandato para Trump requeriría una enmienda constitucional, lo que significa que las supermayorías en el