Migrantes, empleadores y grupos que trabajan con ellos están tomando medidas ante el segundo mandato del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien designó a Tom Homan "zar" de la frontera y al antimigrante Stephen Miller subdirector de política.
Una fuente familiarizada con los planes preliminares del equipo de Trump dijo a la cadena CNN que es probable que uno de los primeros objetivos sea expulsar a los migrantes indocumentados que hayan cometido delitos.
Defensores de los derechos de migrantes temen que los planes de deportación vayan más a fondo en las comunidades estadounidenses y afecten a personas que, según ellos, tienen derecho a vivir en EU.
La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), la organización de derechos civiles de los hispanos más antigua de EU, está consiguiendo dinero y abogados para luchar contra lo que ya califica de posibles políticas de inmigración "viciosas, malévolas, crueles y despiadadas".
"No se equivoquen: deportaciones masivas perjudicarán a los millones en la mira de Trump, a las familias y comunidades de las que forman parte, y a cada persona de EU", dijo Juan Proaño, CEO de LULAC.
Por lo pronto, Tom Homan, quien fue director interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), fungirá como el "zar" de la frontera en el nuevo gobierno, un cargo en el que desempeñará un papel clave para Trump, proteger la frontera entre EU y México y organizar una operación de deportación masiva.
También nombró a su asesor de larga data, Stephen Miller, conocido por su postura estricta en temas de migración, como subdirector de política.
El magnate anunció a la congresista republicana Elise Stefanik, de 40 años, como embajadora de EU ante Naciones Unidas. Y a Lee Zeldin, de 44 años, un excongresista republicano de Nueva York, como jefe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA).