Cada 2 de febrero se celebra el Día de la Candelaria, que en la religión católica marca el inicio de la temporada de Cuaresma y tiene como protagonistas al Niño Jesús y la Virgen María.
Según la Arquidiócesis Primada de México, el Día de la Candelaría se celebra el 2 de febrero porque se asocia con la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén, que según la ley judía debía ocurrir 40 días después del nacimiento del varón.
El plazo de 40 días se cumple exactamente el 25 de diciembre después de las fiestas de Navidad y el 2 de febrero.
La celebración tiene un propósito religioso según la Arquidiócesis de México, ya que se honra dos eventos bíblicos: la purificación de la Virgen María y la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén.
Debido a esto, según la creencia judía, las mujeres perdían su pureza al dar a luz, por lo que se requería un rito establecido para purificarse.
La duración del rito varía según el bebé, ya que si el bebé era niño, la mujer debía esperar cuarenta días, mientras que si era niña, la espera era de ochenta.
Los fieles de la iglesia católica celebran el Día de la Candelaría para recordar un momento importante de la relación que se estableció entre Dios y los hombres.
Al principio, la fiesta de la Candelaria tenía un propósito penitencial y purificatorio, con procesiones y personas que se acercaban al sacramento de la penitencia.
Así se celebra el Día de la Candelaria en México
Debido a la devoción que se tiene al Niño Jesús en México, se puede considerar que todo comienza desde las celebraciones de Navidad.
En Nochebuena, la celebración se lleva a cabo de otra manera: las familias llevan la imagen a la misa y, al final, los padrinos la arrullan y la llevan a acostar al pesebre que se colocó en el Nacimiento semanas antes.