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¿Cómo me enamoré de Guanajuato?

Un recorrido ecoturístico por Guanajuato revela que el estado esconde mucho más que su increíble historia

NACIONAL

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Guanajuato es un lugar lleno de historia Créditos: El Heraldo de México Quintana Roo

De este viaje esperaba callejones, momias y cajeta; y en su lugar recibí cuatrimotos, bicicletas y kayaks… Sin embargo, de entre todas las sorpresas durante dos días, la más grande fue no haber hecho algo de esto antes.

Claro, ya sabía qué era el “ecoturismo”, el turismo de aventura y las actividades al aire libre, ¿pero fusionarlo con una antigua ciudad colonial?, ¿con un pueblo minero? Me parecía imposible… hasta que viajé a Guanajuato.

El viaje comenzó muy temprano, en Tarandacuao, ubicado en la frontera con Michoacán. Ahí, conocí a Pedro Villegas, un charro de nacimiento que fundó Taranda Rafting, una empresa de turismo de aventura dedicada a explorar aquellos sitios menos conocidos pero que presumen grandes cualidades naturales, como la Presa Solis, en donde navegué en kayak por primera vez.

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“Mi abuelo me decía ‘haz de tu vida algo que pueda ayudar a alguien del campo o la comunidad’, ¿y qué mejor que el turismo de aventura, dije yo?”, nos explicó Pedro sobre el nacimiento de esta iniciativa que también extiende su compromiso comunitario a las cocineras tradicionales de la región.

Después de remar por tres horas – y de maravillarme ante la inmensidad de un cuerpo de agua que permitía la subsistencia de muchísimas personas–, conocí a Blanca Meza, una cocinera regional que migró desde Sinaloa por amor y que, gracias al fomento cultural por parte de la Secretaría de Turismo de Guanajuato, ha participado en varios concursos gastronómicos. Gracias a Blanca, volví a sentir la cálida presencia de algo que hace tiempo tenía como perdido, pues los frijoles que preparó tenían aquella sazón inconfundible de mi abuela.

Al día siguiente, como si no hubiera hecho suficiente ejercicio ya, me enfrenté a un recorrido en bicicleta por la Sierra de Santa Rosa, un precioso lugar entre colinas y naturaleza que, durante la época colonial, formaba parte del Camino Real, aquella gran vía principal que era usada para trasladar lo obtenido de las minas en Zacatecas, San Luis Potosí y Guanajuato.

En esta ocasión, el tour corrió a cargo de Cacomixtle, una empresa familiar que comenzó Don Antonio Ojeda, un ingeniero minero y profesor de la Universidad de Guanajuato, en conjunto con su hija Susana, por el simple gusto de andar por la montaña y querer compartirla con el resto del mundo.

Tras recorrer más de seis kilómetros entre grandes árboles y la inmensidad del silencio, contemplé desde la cima algunas antiguas fincas mineras y los pequeños asentamientos que, todavía hoy, subsisten gracias a esta actividad. Fue una vista maravillosa.

Posteriormente, con un inclemente pronóstico de lluvia, emprendí uno de los recorridos más impactantes de mi vida: atravesar la Ciudad de Guanajuato en cuatrimoto me brindó una inmensa sensación de libertad al mismo tiempo que nos permitió llegar a ciertos lugares con muchas más facilidad que a pie o en auto.

El recorrido, a cargo de Raúl Florentino y Turismo Alternativo En Guanajuato, corre por los túneles y callejones de la ciudad y sube al cerro de la Bufa para observar la ciudad desde la vieja mina de Rayas.

Conforme caía la tarde y la luz descendía por los empedrados, tuve una de las mayores certezas de mi vida: esto que estaba viviendo sólo era posible gracias todas estas personas que decidieron compartir su localidad, que emprendieron un inesperado camino por el turismo, esforzándose en preservar cada uno de los lugares que visitamos para que quienes, como yo, no conocían Guanajuato, pudieran sorprenderse.

Y aunque al final sí hubieron cajeta y callejones, lo que realmente atesoraré es todo eso que de otra manera no hubiera podido presenciar: flotar en medio de un gigantesco cuerpo de agua que alimenta tres municipios; estar dentro de un templo de piedra en la punta de la ciudad y recorrer el antiguo Camino Real… Nada de eso se consigue visitando únicamente los puntos que marca un mapa. La verdadera experiencia de Guanajuato está más allá de todo lo que creímos saber.