El Zócalo de la CDMX fue el escenario para el sexto y último informe del presidente Andrés Manuel López Obrador, en donde realizó un resumen de sus logros del sexenio y afirmó que se vive en una auténtica democracia.
Manifestó que se va feliz porque apoyó a millones de mexicanos, se redujo la pobreza y la desigualdad. Asimismo, dijo que se presentaron 20 reformas constitucionales para regresar el espíritu de la Carta Magna y contrapuestas a lo que se aprobó durante el “periodo neoliberal”.
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Agregó que, pese a la pandemia de Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania, la economía mexicana creció 1 por ciento en promedio durante el sexenio.
Entre las reformas presentadas, el mandatario se refirió y defendió la del Poder Judicial. Realizó una consulta a mano alzada en la que los más de 25 mil asistentes respaldaron la elección por voto de juzgadores.
Recalcó que se está combatiendo la corrupción y la impunidad, “y aun siendo respetuosos de la autonomía de poderes hasta el extremo de respetuosos”. El presidente sostuvo que ese ejercicio “ayuda a entender cuál es el sentimiento del pueblo”.
En temas de salud, afirmó que el sistema “ya es el más eficaz en el mundo. Dije que iba a ser el mejor, iba a ser como en Dinamarca. No, no es como en Dinamarca, es mejor”, aseveró.
También destacó que Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, apoyó para combatir la corrupción en el ISSSTE.
Otro tema abordado por el mandatario es la percepción en seguridad y apuntó que, de acuerdo con el Inegi, es la menos mala registrada en los últimos 10 años. Además, rechazó que en el país haya un narco estado y que el problema de la inseguridad no se resuelve sólo deteniendo a los capos del narcotráfico.
A la par, destacó que en su gobierno se han ahorrado dos billones de pesos con el combate a la corrupción e informó que se cortó de tajo la corrupción en el Poder Ejecutivo.