Osmar Olvera se zambulló ayer en la historia desde el trampolín de tres metros, al ganar la medalla de bronce, su segunda en París 2024, y convertirse en el sexto mexicano en lograr un doblete de presea en una misma edición de Juegos Olímpicos.
El capitalino terminó la prueba con 500.40 puntos, sólo por detrás de los chinos Wang Zongyuan (543.60), poseedor del metal dorado, y Xie Siyi (530.20).
Tuvieron que pasar 24 años para que México volviera al podio en la prueba, tras Fernando Platas, quien lo consiguió en Sydney 2000 y celebró el resultado.
“Osmar tiene una mentalidad de crecerse ante la presión, y sabe sacar los resultados. Ahora fue uno verdaderamente histórico. En clavados, el curriculum pesa a favor o en contra, pero esta vez jugó del lado de él, porque ya lo conocen los jueces”, dijo el exdeportista a El Heraldo de México.
Pasaron 40 años para que un tricolor volviera a ganar doblete en unos Juegos: el último en hacerlo fue Raúl González, en marcha, con el oro en los 50 kilómetros, y la plata en los 20 km.
Además, se convirtió en el atleta mexicano número 11 con dos preseas olímpicas, pero el más joven en asegurarlas, con 20 años.
“Osmar vino de menos a más. Yo nunca hablo de medallas con él, pero en las preliminares y semifinales no llegó a 500 puntos, lo mínimo que se necesita para el podio. También tuvimos suerte de que grandes clavadistas no tiraron tan bien”, compartió Sergio Olvera, el papá del clavadista.