En el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Ecuador fue condenado por unanimidad por la invasión de la embajada de México en Quito. El secretario General de la OEA, Luis Almagro, advirtió que "no hay justificación" para violar la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y que lo sucedido en Quito no puede ser tomado como un precedente.
El gobierno liderado por el presidente ecuatoriano Daniel Noboa organizó esta reunión con el fin de discutir las regulaciones de asilo, luego de que México otorgara el cargo al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien fue acusado de peculado y refugiado en la embajada mexicana en Quito. La noche del viernes 5 de abril, fuerzas policiales ingresaron a la legación y liberaron a Glas, quien fue trasladado a la cárcel de La Roca. México respondió cortando las conexiones con Ecuador.
El viceministro de Movilidad Humana de Ecuador, Alejandro Dávalos, afirmó durante su presentación que México utilizó de manera indebida la inmunidad y los privilegios establecidos en las convenciones que regulan el asilo.
Se argumentó que otorgar esta medida al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas no era apropiado, ya que está siendo procesado por "delitos del orden común" y que México impidió el funcionamiento del sistema judicial ecuatoriano al otorgarle el asilo.
Dado que "ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político cuando tiene sentencia ejecutoria", rechazó la idea de que Glas pudiera ser considerado un "perseguido político".
De acuerdo con Dávalos, México promueve la impunidad al conceder el asilo a un condenado y prófugo de la justicia ecuatoriana, lo que socava y desnaturaliza la figura del asilo.
No obstante, la aprobación de la intervención en la reunión de la OEA fue unánime. "Ninguna diferencia justifica la violación de la inviolabilidad de los locales diplomáticos", afirmó Argentina. Sin importar lo controvertido de las figuras a las que un país conceda asilo, aseguró que las leyes al respecto son "taxativas y sin excepciones".
“Quitó cruzó la línea, por eso debemos condenarlo sin ambajes de parte de la OEA y de la comunidad internacional”, a la vez que reiteró la “solidaridad con el gobierno de México y los funcionarios de la embajada de México en Quito”, detalló Brasil ante lo ocurrido.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, emitió la más severa acusación. Los hechos ocurridos en Quito constituyen una violación de los derechos fundamentales establecidos en el derecho internacional. Aseguró que la inviolabilidad de las legaciones diplomáticas "no admite excepciones" y que, en caso de abuso de la figura del asilo, "deben ser resueltos con las medidas previstas por el derecho diplomático".
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