El América no olvida, y mira de frente al Pachuca como un rival incómodo, que se le complica en instancias definitivas. Ese es el riesgo, hoy, en las semifinales de la Concachampions, en el Estadio Azteca.
Desde que ascendieron, los de La Bella Airosa superan a los de Coapa en cinco de siete llaves de eliminación directa, en torneos locales: dos en cuartos de final, un par en semifinales, y una más, en la final, en 2007.
Sin embargo, como antecedente favorable, en competencias internacionales, las Águilas pueden presumir que eliminaron a los Tuzos en los octavos de final de la Copa Sudamericana, en 2007, cuando alcanzaron la final, y la perdieron contra el Arsenal de Sarandí.
“No imaginaba algo diferente: llegar a semifinales y enfrentar a un equipo así. Hay un respeto grande por la institución”, dijo André Jardine, estratega azulcrema, quien consideró a su rival muy fuerte en cualquier instancia.
El América suma cuatro derrotas en el semestre, dos en Concachampions y dos en liga: una de ellas ante el Pachuca. “Está muy bien dirigido y va a ser un test muy bueno para probarse, ver para qué estamos y quién es el mejor”, aceptó.
En tanto, Guillermo Almada, DT de los Tuzos, no se fía de la estadística, y espera la mejor versión del equipo en El Coloso de Santa Úrsula.
“Las paternidades no existen”, aseguró el uruguayo. “Es uno de los mejores (clubes), el desafío es imponer nuestro juego. Ellos aspiran a lo mismo, y cualquier cosa que queramos lo tenemos que demostrar en el juego”, sentenció.