La Ley Silla, que tiene como objetivo proteger la salud de los trabajadores al evitar permanecer de pie durante largas jornadas laborales, fue aprobada por unanimidad por 82 votos en el Senado de la República.
Según el dictamen, los empleadores deben proporcionar asientos o sillas con respaldo a las personas que trabajan en los sectores de servicios, comercio o similares para que puedan descansar regularmente después de su trabajo.
Napoleón Gómez Urrutia, presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, enfatizó que en caso de violación de esta disposición legal, se aplicarán sanciones que oscilarán entre 250 y 2 mil 500 veces la Unidad de Medida de Actualización, lo que equivale a más de 270 mil pesos. Además, en caso de reincidencia, se podría llegar a la suspensión temporal de actividades.
Se destacó que la Ley Silla ofrece una solución importante a los problemas que enfrentan los empleados que permanecen de pie durante largos períodos de tiempo, incluyendo dolores musculares y una mayor probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.
¿Qué es la Ley Silla?
Los artículos 132 y 133, que se refieren a las obligaciones de los patrones, y 422 y 423, que se refieren a los reglamentos internos de trabajo, que buscan prohibir a los empleadores que exijan a sus empleados que permanezcan de pie durante toda la jornada laboral, son los principales cambios.
Las compañías están obligadas a proporcionar una cantidad adecuada de asientos con apoyo para que sus empleados puedan descansar regularmente. Sin embargo, en aquellos trabajos en los que sea imposible permanecer sentado, como en algunas fábricas donde la posición es necesaria por razones de seguridad, se debe otorgar un período de tiempo para que los empleados puedan relajarse y descansar.
De acuerdo con un dictamen aprobado recientemente, se prohíbe a los empleadores o representantes obligar a los empleados a permanecer de pie durante toda la jornada laboral y, en caso de funciones incompatibles, prohibirles tomar asiento periódicamente durante el desarrollo de sus funciones. Esta práctica podría causar fatiga, tendinitis, várices, lesiones en las rodillas, hemorroides, dolores musculares y un infarto miocardico.
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