El modelo de telesecundarias cumple 45 años en Quintana Roo, un periodo en el que este sistema, creado originalmente para ser un referente tecnológico de educación a distancia, que hoy generan preocupación entre docentes activos y jubilados.
Durante el Tercer Foro Nacional de Telesecundarias, realizado en Chetumal, maestras, maestros y especialistas expusieron las carencias que impactan la enseñanza en comunidades rurales, así como la urgencia de replantear políticas educativas que permitan fortalecer esta modalidad.
Celia Novelo Loesa, docente jubilada tras cuatro décadas en el subsistema, recordó que las telesecundarias surgieron con la finalidad de llevar educación a zonas donde no había acceso a planteles tradicionales. Explicó que en los primeros años este modelo era visto como un avance por el uso de la televisión, lo que ofrecía una alternativa innovadora para estudiantes.
“Siempre fuimos punta de lanza, porque aprovechábamos la tecnología disponible, pero nunca ha sido fácil adaptarse a los cambios constantes en los planes y programas”, señaló.
Añadió que las modificaciones recurrentes en las políticas educativas generan inestabilidad y exigen al personal docente atender múltiples funciones sin recursos suficientes.
El supervisor escolar Manuel Vidal coincidió en que la modalidad enfrenta un escenario complejo, pues muchos maestros atienden más de un grupo o grado debido a la baja población en comunidades rurales.
“El sistema se ha visto afectado por cambios que no siempre consideran nuestras condiciones; seguimos con dificultades para adaptarnos a los nuevos esquemas, como la Nueva Escuela Mexicana”, expresó.
Subrayó que materias como matemáticas, física o biología requieren acompañamiento especializado, pero en telesecundarias es común que un solo docente atienda todo el currículo.
Durante el foro, al que asistieron más de 300 docentes y directivos de distintos estados, se expusieron las principales preocupaciones del sector: infraestructura limitada, carga administrativa excesiva, carencia de materiales didácticos y un déficit persistente de conectividad en la mayoría de los planteles. Los asistentes coincidieron en que estas limitaciones repercuten directamente en la formación de generaciones que enfrentan desventajas frente a estudiantes de escuelas generales o técnicas.
Entre los participantes estuvo Cipriano González Zuñiga, director de la Telesecundaria Vicente Guerrero, quien insistió en la necesidad de reconocer el trabajo de los maestros. Mencionó que en Quintana Roo hay más de mil docentes registrados en el subsistema, aunque la cifra real es mayor debido a personal que no aparece en los listados oficiales.
“El esfuerzo del maestro de telesecundaria es el mismo que el de cualquier otro nivel, pero no recibimos la currícula completa en salario. Esa desigualdad debe resolverse”, afirmó.
Añadió que, pese a las carencias, existen resultados destacados, como el caso de alumnos que han obtenido premios en competencias de robótica a nivel internacional.
Los participantes también plantearon que el rezago tecnológico se mantiene como una de las barreras más fuertes. La conectividad, que debería ser esencial en un modelo de educación a distancia, continúa siendo deficiente. Alejandro Castillo Aguilar, director del subsistema en la entidad, explicó que los intentos por mejorar la conexión durante los últimos años quedaron inconclusos.
“En muchos planteles no hay Internet o funciona con fallas constantes. Además, el equipo tecnológico queda obsoleto muy rápido y no existe un programa de renovación continua”, detalló.
Señaló que la falta de psicólogos, trabajadores sociales y personal de apoyo coloca a las telesecundarias en desventaja frente a escuelas generales y técnicas.
El foro también permitió discutir los retos asociados a la formación docente. Maestras y maestros coincidieron en que los cursos actuales no son suficientes para responder a los cambios pedagógicos que impulsa el modelo educativo vigente, especialmente en proyectos integrales y asignaturas que requieren especialización. La falta de acompañamiento y actualización deja a los docentes en una situación compleja, pues deben cubrir todas las áreas del currículo sin apoyo externo.
Pese a este panorama adverso, los ponentes destacaron que el compromiso del personal docente ha permitido mantener el sistema en funcionamiento. Subrayaron que el modelo de telesecundarias sigue siendo fundamental para garantizar acceso a la educación en regiones donde no sería viable operar planteles tradicionales.
La convicción de las comunidades educativas, afirmaron, ha permitido que miles de jóvenes concluyan su formación básica.