Empresarios de Mahahual expresaron su inconformidad por el desorden que generan los vendedores ambulantes durante la llegada de cruceros, situación que atribuyen a la falta de vigilancia por parte del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, encabezado por Yensunni Martínez Hernández, y a la limitada presencia del área de Fiscalización, dirigida por Óscar Dzib Cocom.
De acuerdo con los prestadores de servicios, cada vez que un barco arriba al muelle, decenas de vendedores se instalan en el malecón sin ninguna supervisión. Esta actividad afecta de manera directa a los negocios legalmente establecidos, quienes pagan impuestos, cumplen normas y dependen del turismo para sostener sus operaciones durante la temporada alta.
Durante un recorrido en la zona turística, Gerardo Pérez Zafra señaló que el incremento de ambulantes genera un impacto económico evidente, sobre todo en los restaurantes y puestos de comida. Explicó que, al no existir un censo claro, se desconoce cuántos vendedores operan en cada jornada y bajo qué condiciones lo hacen. Esto, dijo, incrementa el riesgo para visitantes y habitantes.
Pérez Zafra advirtió que algunos ambulantes trabajan con tanques de gas y otros materiales que no pasan por revisiones de Protección Civil, lo que representa un riesgo para la seguridad.
“Hay personas que llegan con productos que no conocemos y sin supervisión. Esto puede terminar mal si no hay control”, señaló.
El empresario lamentó además que la autoridad no mantiene un seguimiento real de las actas que, según algunos comerciantes, sí se levantan en ciertos operativos. Sin embargo, aseguró que estas sanciones no tienen efectos evidentes, ya que los mismos vendedores regresan sin restricciones en cuanto un nuevo crucero arriba a la costa.
Pérez Zafra comentó que incluso algunos restauranteros analizan cerrar sus negocios durante ciertos días debido a la competencia desleal, ya que el comercio informal continúa en aumento y opera sin regulación.
“Muchos piensan que ya conviene bajar cortinas y dedicarse a vender de manera informal. Es un desgaste constante competir así”, afirmó.
Otro de los problemas señalados es que varios vendedores llegan desde comunidades cercanas solo para trabajar durante las horas de mayor afluencia turística. Guardan sus triciclos en la zona, laboran durante el día y regresan a sus localidades sin dejar ningún registro ni pagar derechos municipales.
Los empresarios insistieron en que la falta de inspectores provoca que la situación crezca sin control. Exigieron que el Ayuntamiento implemente un censo real, establezca orden y mantenga vigilancia constante para evitar riesgos y proteger la economía de quienes cumplen con sus obligaciones fiscales.