La demanda de vehículos híbridos y eléctricos seguirá al alza en 2026 en Quintana Roo, impulsada por una economía estable y por el creciente interés de los consumidores en tecnologías más eficientes. Así lo afirmó Carmen Sosa, gerente de ventas de Chevrolet del Caribe en Playa del Carmen, quien explicó que, pese a los aranceles aplicados este año, el impacto en la región ha sido mínimo y no ha frenado las proyecciones de crecimiento para el próximo ciclo.
De acuerdo con Sosa, la transición hacia esquemas de movilidad más limpios ya es visible en el comportamiento de compra local, donde cada vez más clientes exploran alternativas eléctricas o híbridas como parte de una tendencia natural de modernización. La gerente subrayó que la estabilidad económica del estado ha sido clave para sostener la demanda, aun en periodos de baja estacionalidad.
Explicó que los consumidores valoran el respaldo posventa y la confiabilidad de marcas con trayectoria, factores que han permitido que la comercialización de vehículos avanzados tecnológicamente crezca de manera orgánica en la región.
“La gente está convencida de que si hay un problema, hay solución. Eso genera confianza y nos ayuda a mantener el ritmo de ventas”, señaló.
Sosa destacó que, aunque Chevrolet está incorporando nuevas tecnologías y soluciones inteligentes en sus vehículos, el foco principal para el cierre de 2025 está en mantener la satisfacción del cliente y consolidar un año histórico en ventas. La meta de la agencia es superar las 1,200 unidades comercializadas, rebasando el récord de 2018, algo que consideran viable por el comportamiento del mercado local y por la solidez económica de Quintana Roo.
Respecto a los aranceles, la gerente indicó que su efecto en la entidad ha sido prácticamente imperceptible. Señaló que la posición de la marca en el mercado, el volumen de operación y la estructura de atención al cliente han permitido absorber los ajustes sin que ello represente un freno para compradores o distribuidores.
“Ha habido impacto, pero no significativo. La economía aquí está nivelada y eso nos permite seguir avanzando”, comentó.
La perspectiva para 2026, añadió, incluye un fortalecimiento del interés por vehículos de menor consumo, mayor conectividad y mejores sistemas de seguridad. Más allá de los modelos específicos, Sosa destacó que el rumbo del mercado apunta a una integración más profunda de tecnologías de asistencia y herramientas digitales, alineadas con objetivos globales de reducción de emisiones y prevención de accidentes.
Además, adelantó que Chevrolet del Caribe busca fortalecer su presencia social mediante la vinculación con actividades deportivas, como parte de una estrategia de responsabilidad comunitaria que permita que la empresa sea identificada no solo como una distribuidora, sino como un actor activo en el tejido local.
“Queremos aportar algo más allá de lo comercial. Para nosotros, el deporte es un puente hacia la comunidad”, afirmó.