El conocimiento de las especies que habitan en la región es fundamental para fomentar la convivencia responsable con la naturaleza, afirmó el investigador José Rogelio Cedeño Vázquez, especialista en reptiles, durante una charla promovida por el Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología (COQHCYT).
En el encuentro, el biólogo abordó una de las preguntas más frecuentes entre los habitantes de la capital: ¿Qué sabemos realmente sobre los cocodrilos de la Bahía de Chetumal?
Cedeño Vázquez explicó que la presencia de estos reptiles en la bahía no representa un riesgo para la población, ya que sus números son bajos debido a la escasez de alimento y a su comportamiento territorial. Por ello, aclaró que la reubicación de ejemplares no es una solución viable, pues cada cocodrilo desplazado sería sustituido por otro que ocuparía el mismo espacio.
“En la Bahía de Chetumal predominan los cocodrilos de pantano (Crocodylus moreletii), mientras que el cocodrilo americano habita zonas más costeras”, detalló.
De acuerdo con sus investigaciones, la densidad poblacional de estas especies es baja: en promedio, se encuentran de uno a dos ejemplares por kilómetro de muestreo.
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El especialista exhortó a la ciudadanía a no dejarse llevar por rumores o información alarmista que circula en redes sociales.
“Se ha llegado a decir que los cocodrilos son una plaga, pero no hay evidencia científica que lo sustente. Son animales solitarios que cumplen una función ecológica importante en los humedales”, señaló.
Advirtió también que alimentar a los cocodrilos altera su comportamiento natural, pues los hace asociar la presencia humana con una fuente de comida, lo que puede derivar en incidentes.
“No debemos ofrecerles alimento ni tirar restos de animales en los cuerpos de agua”, puntualizó.
Cedeño Vázquez añadió que estos reptiles, además de ser parte esencial del equilibrio ecológico, contribuyen al mantenimiento de canales y pozas durante las temporadas secas, permitiendo que otros organismos sobrevivan.
“Lejos de temerles, debemos comprender su papel en el ecosistema”, expresó.
Finalmente, recordó que los ataques a personas son muy raros y que los cocodrilos sólo se tornan agresivos si se sienten amenazados, especialmente durante la temporada de anidación.
“Conocerlos y respetar su espacio es la mejor forma de convivir con ellos y conservar la riqueza natural de nuestra Bahía de Chetumal”, concluyó.