Lo menos que requiere Tulum en este momento es la aparición de gandallas para aprovecharse del programa que ya echaron a andar los tres niveles de gobierno, en conjunto con la iniciativa privada, para la recuperación de ese polo turístico y arqueológico.
Y para no dejar interpretaciones al aire, va la definición oficial.
Gandalla: se refiere a una persona que abusa o se aprovecha de otros de manera artera y descarada, utilizando su poder, fuerza o posición para obtener ventaja. El término se usa de forma coloquial y despectiva en México.
Y es que no faltan aquellos agazapados que pretenden aprovecharse del trabajo de los demás.
Pero los gandallas pueden estar en cualquier sitio, lo mismo desde el volante cobrando tarifas fuera de la realidad que vendiendo hamburguesas a precios insultantes.
La crisis de Tulum requiere del trabajo de todos, con unidad, no solamente del tesón de la gobernadora Mara Lezama y el apoyo incondicional de la titular de la Secretaría de Turismo, Josefina Rodríguez.
Urge que “jalen” también los hoteleros, los restauranteros, los operadores del turismo, pero todos, no sólo unos cuantos mientras los demás están a la espera de lo que les caiga.
Y el tema incluye también a los políticos, sobre todo en estos tiempos de campañas adelantadas.
Nadie debe, puede colgarse medallitas que no le corresponden para llevar agua a su molino, como dice la gente.
Peor aún, utilizar este momento de crisis para repartir culpas en busca del descrédito de los de enfrente.
Se trata de reconocer lo que se hizo mal para recomponer y nadie está exento de responsabilidad.
Por eso también el Ejército debe poner su parte. Aceptar que se les reconoce como garantes de la seguridad de los ciudadanos y de los visitantes, pero está demostrado que no es su tarea administrar parques, zonas arqueológicas, accesos a las playas, inclusive, aeropuertos.
Si se quiere cambiar para bien, hay que meter a todo y a todos en el análisis.
La tarea incluye no sólo a los tulumenses, sino a todos los quintanarroenses, porque si le va bien a Tulum, les va bien a todos ya que se genera una mayor actividad económica y comercial que no se queda solamente en ese municipio.
Tulum merece y tiene que ser rescatado de esta crisis, por su historia y por lo que representa para Quintana Roo y para México.
Ayuda: Y ya que hablamos de crisis, es importante voltear a ver a los estados que resultaron afectados por las recientes inundaciones. Es tiempo de tender la mano a nuestros paisanos, no importa cómo ni cuánto. Solidaridad ante todo.