Aaron Rodgers le gusta beber tequila. El quarterback de los Jets de Nueva York es un tipo distinto, más talentoso que casi todos, que encontró respuestas en el ritual de la ayahuasca y que ama las tradiciones mexicanas.
Por ello, se entusiasma al hablar de la tecnología ancestral y las similitudes entre las diferentes culturas prehispánicas.
“Amo México, su gente es increíble y su comida es mi favorita. Me encantaría ver la pirámide de Chichén Itzá. He estado en Yucatán, donde hay algunas ruinas, y en Tulum, un lugar realmente hermoso”, señaló el jugador, de 40 años, en entrevista con El Heraldo de México Quintana Roo.
Seguir leyendo:
Eventos deportivos de Cozumel permanecerán en la Isla: José Luis Chacón
“Muchos de esos sitios sagrados están conectados sin ninguna razón aparente. Chichén Itzá y las pirámides de Giza (Egipto), por ejemplo, están en una latitud similar. Por lo tanto, creo que existe una conexión entre culturas; obviamente, es algún tipo de tecnología antigua”, mencionó.
Al mismo tiempo, comprende su posición en el deporte, pues está por cumplir 20 campañas en la NFL, en el torneo que arranca hoy, luego de superar una rotura en el tendón de alquiles el año pasado.
Si le hablas en español, tal vez entiende algo: aprende más de lo que habla, dijo. Como jugador es ambicioso y decisivo, uno de esos que trascendió en la historia del futbol americano, y que aún quieren más porque es parte de su esencia competitiva.
“Ahora soy mayor y tengo más desafíos en el aspecto físico, pero es algo que amo, amo tener la oportunidad de probarme a mí mismo que puedo hacer las cosas que creo. Después de la lesión también se trata de demostrarme que puedo ser tan bueno como lo era antes”, aseguró.
Le gustan los burritos con guacamole, con salsa verde y roja, y puede comerlos en todo momento. Ha estado en Los Cabos y en Tijuana, y quiere visitar y jugar en la Ciudad de México: “Me gustaría mucho, también en Brasil, pero aún no he tenido la oportunidad”, señaló Rodgers.
En Nueva York, el quarterback pretende saldar una deuda colectiva, una que puede determinar la percepción alrededor de su éxito, más allá de todos sus resultados individuales, pues los Jets no ganan un título desde 1969.
No obstante, afronta dicho objetivo con orgullo, y con la satisfacción de todo lo conseguido en la NFL.
“Es una franquicia en la que todos estamos en la misma página y apuntamos en la misma dirección. En este punto, soy demasiado viejo para estar en un equipo que no tiene un objetivo. Quise venir a los Jets porque creo que tienen las piezas necesarias para ganar el Super Bowl”, confesó.
Los Jets debutan durante la campaña 2024 de la NFL este domingo, cuando se enfrenten a los 49ers de San Francisco en la Semana 1.