El derrumbe de la bóveda de un cenote que precipitó una ceiba al fondo del mismo en la comunidad maya de Xocén, trajo de vuelta leyendas de la región respecto a la pérdida de fe y desdén a las tradiciones, "son señales de que estamos haciendo las cosas mal" destacó Carlos Chablé Mendoza, cronista de Noj Kaaj Santa Cruz Xbáalam Naj, hoy conocido como Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo.
De acuerdo con el cronista, la cosmovisión maya coincide en que este evento es parte de las llamadas profecías, que los mayas interpretan como señales para corregir rumbos,
“Los mayas estamos permitiendo mucha tropelía, mucha destrucción en torno a nuestra naturaleza, árboles, flora, fauna, nuestras principales fuentes de agua en la península de Yucatán, ejemplos sobran y están documentados” enfatizó.
Los cenotes para la cultura maya son considerados sagrados ya que representan el origen de la vida, la entrada al inframundo, el lugar preferido del Balam (jaguar) y de acuerdo a Chablé Mendoza, los abuelos siempre estaban al pendiente de los que ocurría alrededor de estos para detectar las señales.
Xocén es parte de los santuarios mayas, conocidos como centros ceremoniales, donde se ofrenda a la santísima cruz de acuerdo a la tradición antigua y tienen relación entre ellos. Algunos centros ceremoniales son Tulum y Noj Kaaj entre otros y coinciden con la presencia contigua de cenotes.
Por esta razón, las comunidades mayas de la península han puesto atención en el derrumbe de Xocén que trajo de vuelta la conversación de antiguas tradiciones y la necesidad del cuidado del medio ambiente.