Gilda Cota sólo duerme tres horas diarias cuando los brotes de esclerosis múltiple aumentan con el calor de Mérida. Sin embargo, su tierra, familia y amigos le dan fuerza para competir por una medalla en lanzamiento de bala, en los Juegos Paralímpicos de París 2024.
Cuando ella piensa en una acción su cuerpo no siempre responde, debido a las afectaciones que causa esta enfermedad degenerativa en el sistema nervioso. A pesar de ello, se ha hecho amiga de su padecimiento.
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“Hay que aprender a bailar con ella, no a pelear”, aseguró Gilda en entrevista con El Heraldo de México Quintana Roo, desde su tierra natal, donde entrenó para afrontar sus primeros Paralímpicos. “Tengo un dicho: si la vida me sorprendió con la esclerosis, ahora yo voy a sorprender a la vida”, recalcó.
Esa visión la aprendió de la disciplina de su padre, el expelotero Mario Cota, y la lleva por naturaleza: “Tengo el ADN maya. Mi papá es de Los Cabos, pero jugó en Yucatán, de donde es mi mamá. Desde niña vi que el deporte salva vidas, y es mi mayor motor para no tirar la toalla”, compartió la paratleta.
Gilda describió a los yucatecos como “personas muy apapachadoras y cálidas”, y si tuviera que elegir a un ídolo de su tierra, se quedaría con Armando Manzanero.
“No soy muy fan de la música, pero fue una persona que trascendió y rompió con muchos esquemas. Lo criticaban por ser chaparrito y morenito, pero fue una persona que a pesar de todos esos juicios trascendió y dejó huella”, valoró.
Antes radicaba en León, Guanajuato, pero pese al calor volvió a Mérida, para estar con sus seres queridos. “La comida es de lo mejor, es una ciudad muy tranquila, un estado muy bonito. Volví después de un brote que me discapacitó el año pasado”, mencionó con filosofía.
La nacida en Yucatán es una de las pocas paratletas en el mundo que compite con esta enfermedad crónica degenerativa,la cual afecta a las células nerviosas del cerebro y la médula espinal. “No sabes qué parte de tu cuerpo deja de funcionar ni en qué momento”, explicó.
A sus 34 años compite en el mar de posibilidades de que su cuerpo no responda, como sucedió en el Mundial en Francia 2023, cuando sus brazos sólo no se movieron.
Por ello, rompió con lo dictado por la sociedad, y sabe que rendirse sí es una opción, a veces orillada por el dolor.
“Tuve las ganas de decir ya no más, pero lo intenté, no dejé de entrenar, me rehabilité y lo estamos logrando. Esto no lo hago para colgarme un mérito, sino para difundir la enfermedad que es muy común, pero no sabemos nada de ella”, lamentó.
Según el IMSS, en México se calculan cerca de 20 mil afectados por esclerosis múltiple, con un rango aproximado de 15 a 17 por cada 100 mil habitantes. Afecta más a mujeres que a hombres y se presenta cerca de los 25 años, como en Gilda Cota, aunque se le manifestó a los 30.
En las noches, la lanzadora de bala duerme tres horas cuando la sensación de agujas en la piel, los calambres, temblores o el calor le impiden descansar. Con su ejemplo, intenta concientizar y empatizar.
“Todos vivimos una guerra. Vivir con esclerosis no es lo que ves, es lo que sentimos”, compartió, y aceptó orgullosa: “Soy una paciente atípica, porque el paciente no es muy activo. Es romper los esquemas de estar en cama. Yo voy a ir a unos Juegos Paralímpicos”. pacientes