Comunidades indígenas, organizaciones y entes de gobierno celebraron el 177 aniversario del inicio de la Guerra de Castas, con diversas actividades que concluyen hoy, con el objetivo de resaltar la importancia de los pueblos originarios en la región.
Desde el 26 de julio, el municipio de Felipe Carrillo Puerto desplegó un programa compuesto por bailes, exposiciones, música y artesanías para conmemorar este acontecimiento histórico.
Luis Gonzalo Velázquez Tamayo, director de Cultura de este municipio, explicó que Tepich fue la cuna del levantamiento de la lucha maya en contra de la esclavitud; sin embargo, comentó que los festejos iniciaron en la comunidad de Tihosuco, con amplia muestra artesanal, que a lo largo de los días ha realizado eventos culturales, deportivos y cívicos.
Asimismo, el Instituto para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas del Estado de Quintana Roo (Inmaya), como parte del comité organizador, se unió a las comunidades del estado para conmemorar este suceso, el cual incidió de gran manera en la formación de la entidad.
En este sentido, Velázquez Tamayo aseguró que cada aniversario es de una importancia trascendental, pero en los tiempos de transformación social que se viven, hay que remitir a esa gran deuda que se tiene con los pueblos originarios y con quienes prácticamente son los forjadores del territorio en donde se encuentra hoy Quintana Roo.
“La Guerra de Castas representa, para todos los hermanos de la zona maya, una oportunidad de decir lo que no está 100% escrito en los libros de literatura que hablan de la historia del país, donde nuestros antepasados sufrieron un gran vejación y humillaciones por los que llamaban blancos hacendados que quedaban de la época colonial, lo que la historia llama criollos y que seguían cobrando tributos a los mayas”, refirió.
La Guerra de Castas, iniciada en 1847, fue una lucha por la defensa de la tierra y la cultura. Este movimiento fue liderado por figuras como Manuel Antonio Ay, Cecilio Chi y Jacinto Pat, quienes, aseguró el comité organizador, merecen ser reconocidos y celebrados como pilares de la identidad quintanarroense.
A estos festejos también acudieron los habitantes de Tihosuco y de las comunidades vecinas, para conmemorar a los antepasados.
“Una forma de devolver todo el daño ocasionado… es en espacios culturales, teatros y todo aquello que represente una oportunidad para los descendientes de aquellos que lucharon”, aseguró Velázquez Tamayo.
El Inmaya, junto con autoridades estatales y municipales que formaron parte del comité organizador, llevaron a cabo una serie de actividades como fueron un homenaje a Manuel Antonio Ay, con una reseña biográfica y ofrenda floral, así como una exposición artesanal, danza folclórica y música en lengua maya y juegos tradicionales.
Al respecto el director del organismo, Enrique Chuc Cen, explicó que es un honor participar en esta gran conmemoración y destacó la importancia de mantener viva la cultura maya, “esa riqueza que nos identifica como pueblo”.
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