Isla Mujeres es una de las islas más conocidas de todo México, el Caribe y hasta internacionalmente, debido a las bellezas naturales con las que cuenta, haciendo que cada día miles de turistas lleguen hasta este sitio para poder disfrutar de unos días de paz y tranquilidad, pero ahora se encuentra de manteles largos, ya que celebra sus 507años desde su descubrimiento.
¿Cuál es la historia de Isla Mujeres?
La historia de esta hermosa isla del Caribe México se remonta a la época de los mayas, la cual se puede observar desde un observatorio en lo más alto de un arrecife al sur.
En un principio, la isla fue utilizada como una ubicación estratégica por los navegantes mayas. Posteriormente, construyeron un faro al sur de la isla para facilitar la navegación. Las ruinas arqueológicas conocidas como El Meco se encuentran en la parte continental de la isla Mujeres.
Se cree que estos edificios fueron abandonados alrededor del año 600 d.C. Sin embargo, se cree que fueron repoblados entre el año 1000 y el 1100 d.C., lo que les da una gran importancia como una isla de comercio. Cuando se habla de la historia de isla mujeres, se pueden nombrar muchos antepasados mayas de esta manera.
¿Cuál es el origen del nombre de Isla Mujeres?
Esta isla, ubicada frente a la costa norte de Quintana Roo, estaba consagrada a la diosa Ixchel, que representa la luna, el agua, el amor, la abundancia y la fertilidad, aunque no se sabe el nombre original maya de la isla. Las mujeres de la antigua civilización maya la visitaban en una peregrinación desde varios lugares, en un rito de paso que simbolizaba su transición de niñas a mujeres.
Las jóvenes depositaban objetos hechos a mano de figuras femeninas a lo largo de la isla como ofrenda a esta deidad con la esperanza de recibir la bendición de la fertilidad. Al encontrarse con estas figuras, los conquistadores españoles optaron por bautizarla con el nombre de Isla Mujeres, sin darse cuenta de que este nombre se ajustaba perfectamente a la mística de este hermoso lugar.
En el año 564, la isla pertenecía a la zona conocida como Ekab, pero no era un pueblo común, ya que era el santuario de Ixchel y sus habitantes estaban completamente dedicados a su servicio y adoración.
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