La Federación de Cooperativas Pesqueras de Quintana Roo informó ayer que, desde el 1 de marzo, la Península de Yucatán fue impactada por la Surada (vientos provenientes del sur), donde las 15 cooperativas que conforman el organismo no han podido hacerse a la mar, pues las autoridades cerraron los puertos ante este fenómeno climatológico.
“En un día llegamos a pescar seis o siete toneladas de escama (pargo, coronado o boquinete) entre todas las cooperativas del estado. Si ponemos que el kilo ronda los 150 pesos, esto se traduciría entre unos 900 mil a un millón 50 mil pesos que perdemos por día que no salimos”, afirmó Baltazar Gómez Catzin, presidente de la institución.
Cabe recordar que el 29 de febrero, cuando concluyó la temporada de langosta, se registraron las últimas actividades de pesca.
INCIDE EN LAS FAMILIAS
Esta situación afecta a cerca de mil 500 pescadores, donde al tomar en cuenta a sus esposas e hijos, se estima que unas seis mil personas se ven dañadas en el tema económico.
“Prácticamente todos se dedican al 100 por ciento a la actividad pesquera, habrá muy pocos que llegan a tener alguna otra entrada de dinero, pero son los menos, pues esto es muy demandante en cuanto al tiempo y esfuerzo que se le debe de dedicar”, dijo Gómez Catzin.
“A veces no alcanza el tiempo para hacer otra cosa, y aunque en algunos de estos hogares las mujeres también trabajan, muchas lo hacen en algo relacionado a la pesca, por lo que de igual forma tampoco tienen ingresos”, continuó.
En la temporada de Semana Santa se presentan este tipo de fenómenos meteorológicos, sin embargo, el sector pesquero aseguró que la Surada de este año ya duró más de lo normal.
Gómez Catzin dijo que las bodegas de las cooperativas han estado prácticamente vacías desde inicios de mes, lo que se prevé continúe así las siguientes semanas.