La isla de Holbox, un paraíso turístico en Quintana Roo, enfrenta una severa crisis ambiental derivada de la acumulación masiva de residuos sólidos. Tanto el sitio de transferencia de la isla como el basurero de Kantunilkin, en el municipio de Lázaro Cárdenas, se encuentran saturados, lo que pone en riesgo no solo el entorno natural, sino también la salud pública y la sostenibilidad turística de la región.
Nivardo Mena Villanueva, presidente municipal de Lázaro Cárdenas, señaló que se requieren al menos 30 millones de pesos para atender el manejo de aproximadamente 50 mil toneladas de basura acumulada en ambos sitios. Según el edil, esta problemática se agravó debido a la negligencia de la administración municipal anterior, que no implementó medidas efectivas para el manejo de los residuos.
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“La saturación de estos espacios es un problema que no puede esperar. Estamos hablando de un riesgo ambiental y sanitario que afecta no solo a Holbox, sino también a Kantunilkin y sus alrededores”, afirmó Mena Villanueva. Para resolver la crisis, propone el uso de la termovalorización, un sistema que él mismo aplicó durante su gestión anterior y que podría sanear los sitios en un plazo de seis meses. Sin embargo, el alto costo de esta tecnología, estimado entre 20 y 30 millones de pesos, complica su implementación inmediata.
La situación se agrava debido a las condiciones particulares de Holbox. Al ser una isla, los servicios básicos como agua potable, energía eléctrica y tratamiento de residuos no están plenamente optimizados. Además, el aumento en la generación de basura se ve impulsado por la alta ocupación turística. Durante 2024, Holbox ha mantenido un promedio de ocupación hotelera del 85%, recibiendo miles de visitantes al mes, lo que incrementa significativamente la presión sobre sus limitados recursos.
Organizaciones ambientales han señalado que la saturación del basurero no es un caso aislado, sino un síntoma de un modelo turístico poco sostenible que prioriza el crecimiento económico sobre la protección del entorno. En Holbox, donde la biodiversidad y los paisajes naturales son los principales atractivos, esta crisis ambiental podría generar consecuencias irreparables.