La Laguna de Bacalar padece la saturación de embarcaciones con hasta 420 navegando sus su aguas cada día y un estrés ecológico producto de la devastación de 28 mil hectáreas de selva por año en sus inmediaciones, por lo que empresarios se unieron en un cónclave para lanzar un llamado de proteger a la joya turística del sur de Quintana Roo.
A través del encuentro Empresarios Embajadores del Sur, organizado por el restaurantero Samuel Acuña Jenkin, se le dio voz a los representantes de los sectores gastronómicos, hoteleros y de la construcción para expresar las necesidades para detonar a esta región; la opinión fue unánime, sin laguna no hay desarrollo, es necesarios contrarrestar el impacto negativo que padece Bacalar.
“Tenemos una oportunidad para desarrollar empleos, debemos organizarnos para que la inversión no deje de llegar a Bacalar, cuidando nuestra naturaleza”, expreso.
El exhorto fue recibido por los candidatos de la coalición Sigamos Haciendo Historia en Quintana Roo (Morena-PVEM-PT), Anahí González Hernández, candidata a Senadora; Elda Xix Euan, a la Diputación Federal 02; Alfredo Contreras Méndez, para la presidencia de Bacalar y Daniela Gutiérrez, por el distrito local 14, presentes en el encuentro.
La maestra María de Jesús Rodríguez Romero, presidenta de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Bacalar, externó su preocupación por la falta de un drenaje eficiente, de un relleno sanitario en forma, un control sobre el número de embarcaciones y solucionar la intermitencia del suministro de energía eléctrica, puesto que todo esto afecta a la calidad del agua de la Laguna de los Siete Colores.
“Más allá de comprar vehículos de recoja de basura para mejorar el servicio en Bacalar, necesitamos un tratamiento de esta; que las embarcaciones no se amontonen en un solo punto, es lamentable que las agencias de viaje nos hagan esas observaciones”, mencionó la líder hotelera.
En su intervención, Contreras Méndez, coincidió como bacalarense en la amenaza del crecimiento sin control de las áreas agrícolas de Salamanca, Nuevo Progreso o Río Verde, que implica la devastación de miles de hectáreas al año para dar paso a zonas de cultivos, sin embargo, con las lluvias toda la tierra y agroquímicos son arrastrados a la laguna, lo que le hace perder sus colores.
“El tema de la devastación es necesario que nos ayuden Elda Xix y Anahí González, pues es un tema federal, pues de eso depende no solo la cabecera, sino 58 comunidades que componen este ayuntamiento”, aseveró.
Al encuentro también asistió Ulises Morales, presidente de la CMIC Quintana Roo; Rodolfo del Valle Villaseñor, empresario turístico; Nicanor Piña Ugalde, representante del comité Pueblo Mágico de Bacalar, Rodrigo Chávez, coordinador electoral de Claudia Sheinbaum en la zona sur.