Con el objetivo de frenar el impacto ambiental, por un alto consumo de agua de 93 mil millones de metros cúbicos anuales en la industria de la moda, empresas, organizaciones y gobiernos impulsan iniciativas, como el uso de la ropa de segunda mano o motivan a los consumidores a reparar sus outfits completos.
Las grandes compañías como Zara han lanzado plataformas para dar una alternativa de moda circular, es decir, un método que permite reparar, donar, vender o comprar ropa usada, con el fin de alargar la vida de sus prendas. Otras como la empresa Patagonia produce chamarras de poliéster que obtiene de botellas recicladas.
A esta labor, se suman compañías más pequeñas como Freitag –de origen suizo–, que reutiliza cinturones de seguridad de camiones y lonas para fabricar bolsas y mochilas. Indosole manufactura zapatos con llantas viejas, según la ONU.
La Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) informó que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta; cada año el sector del vestido consume 93 mil millones de metros cúbicos de agua, también se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra y es responsable de 8% de las emisiones de carbono.
La crisis de la moda rápida ha orillado también a los gobiernos a adoptar medidas. Por ejemplo, Francia anunció una subvención estatal para motivar a los consumidores a reparar prendas y calzado, con esto buscan la reutilización de productos y limitar la compra.
Mientras que en España, el próximo año, las compañías de moda deberán responsabilizarse por ley del acopio de ropa usada en sus tiendas y no podrán deshacerse de los excedentes en su inventario, según la revista Wired.
Lo que frena este tipo de propuestas va más allá. La fast fashion privilegia la producción de volúmenes grandes de ropa que en su mayoría es de mala calidad y bajo costo, por lo que la posibilidad de que sean reutilizadas resulta imposible.
Un ejemplo de "modelo de venta" es Shein, compañía china que triunfa por todo el mundo por sus precios bajos y la gran variedad de su oferta. En EU, la firma tiene la mayor cuota del mercado de moda rápida y, en América Latina, México es clave en su plan de expansión por la región, según la BBC.
De acuerdo con Greenpeace, la ropa más valiosa y de mejor calidad permanece en Europa. En el continente se queda sólo 21% de las prendas usadas que son donadas, reportó la Agencia Europea del Medio Ambiente. Mientras que 46% de los textiles restantes son enviados a África, donde se convierten en desperdicios que contaminan.
La ONU puntualizó que cada segundo se entierra o quema una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura. Asimismo, indicó que la industria de la moda es responsable de 20 por ciento del desperdicio total de agua a nivel mundial.