Con múltiples ausencias, que pesan menos que la presencia de un tipo como Patrick Mahomes, los Chiefs de Kansas City extendieron ayer su invicto (5-0) en la campaña de la National Football League (NFL), tras imponerse 26-13 ante los Saints de New Orleans, en el GEHA Field at Arrowhead Stadium.
El quarterback comandó un triunfo sin grandes contratiempos, como casi siempre, con escapes vistosos y acarreos algo improvisados. Asimismo, con un poco más de respaldo de Travis Kelce, quien sumó 70 yardas aéreas.
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Harrison Butker erró un gol de campo de 51 yardas; sin embargo, el pateador de los Saints, Blake Grupe, compensó con un punto extra, que casi sentenció el resultado a favor de los Chiefs, uno de los dos invictos en la actual temporada, con los Vikings de Minnesota (5-0).
Pat Mahomes fue interceptado en el tercer cuarto, pero también generó un choque entre dos defensivos con un recorte hacia la banda. Se combinó con JuJu Smith-Schuster para 130 yardas y entregó el balón (por la vía terrestre) para dos anotaciones, de Kareem Hunt y del WR novato Xavier Worthy.
New Orleans, por su parte, mostró una versión menos sólida, en comparación con sus primeros dos partidos (antes de tres derrotas en fila) cuando ganaron sobrados ante equipos menos competitivos (Panthers y Cowboys).
Luego de cinco juegos, Kansas City encontró sensaciones muy positivas en la persecución del tricampeonato, que no trascienden directamente por los resultados, sino por la percepción colectiva alrededor de ellos.